lunes, 18 de julio de 2016

¿Eres mamá y te gusta la moda? El estilo sporty chic es para ti.

No, no es una publicidad a ninguna marca. Este es un post pensado para las mamás que como yo, antes de la maternidad teníamos todo el tiempo del mundo para arreglarnos, cuidar cada detalle de nuestra imagen y andar vestida con las ultimas tendencias. En verdad, hablar de esto suena un poco banal, pero para mi fue necesario reinventarme y no salir a la calle en pijama. ¿Será que soy superficial? no creo, lo que pasa es que ya mi hijo menor tienen un año y mi femineidad va despertando poco a poco, tengo más ganitas de arreglarme pero sin exagerar, tengo ganas de verme bonita y lo podemos lograr con el poquito tiempo que tenemos con esta tendencia sporty chic. 


Esta tendencia definitivamente no se trata de salir a la calle vestida con ropa deportiva, yo diría que deportiva pero bien vestidas, con ese toque coqueto que nos gusta. Y que mejor que sentirte cómoda y ademas estar a la moda.




El estilo sporty chic no lo inventé yo, ¿Qué es entonces este estilo?

Es un estilo formado con prendas semi-formales y combinadas con algunos elementos deportivos, pero ojo, en definitiva no se trata de utilizar la ropa con la que saliste del gimnasio, estas prendas resérvalas únicamente para hacer ejercicio.







¿Por qué es fácil llevar esta tendencia?


Porque prácticamente te colocas tus jeans preferidos, tus tenis o zapatillas deportivas, y una camiseta o franela, sweaters grandes de lana o tejidos  y el cabello suelto o recogido según tu animo del día. Hasta acá esta fácil y rápido. El toque final se lo dará un bolso/cartera grande donde además te van a caber todas las cosas del bebé y dejamos a un lado esas fastidiosas pañaleras.  Se que suena desaliñado y loco, pero revisando algunas cuentas en instagram me di cuenta que las chicas están usando un look súper relajado y natural, las redes están inundadas de chicas que utilizan prendas deportivas y se ve súper chic y eso es un punto a favor. El plus lo puede dar tu pelo con algunas ondas, y eso lo puedes lograr de la noche a la mañana, sí, te acuestas a dormir con una cebollita alta y al despertar sueltas tu cabello y lo acomodas a tu gusto. Como toda madre que se da un baño cuando los chicos ya están dormidos, así, aprovecha ese momento para darle cariño a tu cabello y al otro día amanecerás radiante. 





¿Quien iba a creer que usar un vestido con zapatillas deportivas iba a ser de lo más trendy?


Si caminas por el centro comercial notaras que las tiendas están repletas de tenis y sudaderas haciendo de estas una prenda imprescindible. Por fin, las madres desesperadas pegamos una. 

Para finalizar les comparto un escrito que es lo más parecido a lo que yo sentí cuando me vi metida en la maternidad y de repente ya yo no era la misma. Disfrútenlo. 

“El puerperio es una etapa naturalmente perfecta, una metanoia enriquecedora, vital, que lleva a la mujer a una depresión postparto. ¿Por qué una mujer sana y feliz se entristece cuando tendría que ser el mejor momento de su vida?. El parto le conduce a un desafío interior, a una búsqueda, a una reconciliación con lo no esperado (…), un cara a cara con una parte propia que rechazamos, en una sociedad en la que prima la adaptación al medio siguiendo unos patrones de comportamiento impuestos y no instintivos”

“Y superadas todas las dificultades, descubre que LA ENGAÑARON, que no fueron unos meses y vuelta a la normalidad, que ahora su realidad es radicalmente distinta y que tiene que adaptarse a otro ritmo que es el que él impone. Que es otra mujer distinta que poco tiene que ver con la que llevaba ese ritmo imparable y tenía las metas profesionales tan claras”
“Y te descubres a ti misma mirándote en los azulejos de la cocina mientras sostienes en tus brazos a tu hijo, ambos bailáis una melodía pasada de moda, porque has dejado de prestar atención a las tendencias actuales, has olvidado quien eras y qué querías en la vida, sólo tienes presente y ahora, agarras su pequeña mano mientras danzas en la eternidad el mejor baile de tu vida, y te das cuenta de que esto es la felicidad”

Ana Sabater






viernes, 17 de junio de 2016

El poder de las palabras

Últimamente me ha dado vueltas por la cabeza esa frase "La forma como le hablas a tu hijo se convierte en su voz interior".  Y es que lo grave acá es que sera su voz de por vida, por lo menos hasta que sea consciente de que personas adultas lo han marcado con su discurso, esa voz vivirá con ellos por siempre para limitarlos.



La frase favorita de mi madre podría ser "Nathaly, siempre fue una boba" "ahí donde yo la sentaba, ahí se quedaba" "le tenia miedo al perro y le tenia miedo al señor (fulanito)" y yo, señores, le temo a TODO o casi todo en esta vida, soy nerviosa como de naturaleza, y a los perros ni se diga, casi ningún animal se me puede acercar sin que yo me asuste,  pues sí, creo que cualquier persona diría que soy "una boba".  Pero bueno aquí lo realmente importante no es hablar de mi, ya que al convertirme en madre me volví consciente de que las cosas que forjan mi carácter en parte han venido de el trato durante mi infancia y que eso lo puedo sanar a través del trato amable que le brindo a mis hijos. 


frases como: 

"eres demasiado lenta"
"presta tus juguetes, no seas egoísta"
"deja que el niño juegue, no seas envidioso"
"porque siempre haces todo mal"
"no sirves para nada"
"no seas fría, saluda" 
"es que es muy necio"
"¿no te puedes parecer a tu hermano?"

Ridiculizan a tu hijo, bajan su autoestima, le restan seguridad y aunque estemos cansados hay que morderse un poquito la lengua. También sucede que decimos estas cosas porque repetimos patrones de conductas a los cuales hemos estado expuestos, hay familias muy coloquiales que utilizan las etiquetas para referirse a otra persona "sin tener la intención de herir" pero esto es un mal hábito que se trasmite de generación en generación. 


Así que pueden haber tres razones por las cuales le hablas mal a tu hijo. 

1- Porque puedes ya que existe la confianza de hacerlo, no le hablarías igual al hijo de tu amiga. 
2-Porque te hablaban así y no pasa nada. Hasta que te pones a analizar que esas frases han traído alguna limitación o dificultan tu manera de comunicarte con los demás.
3- Porque estas cansada. Somos madres, somos humanas y nos cansamos, es totalmente normal. Lo importante es saber que cometiste un error y que debemos pedir perdón a nuestros hijos. Recordarles que los amamos, hagan lo que hagan. 


Si verdaderamente lo que le decimos a nuestros hijos sera su voz interior hasta la adultez, entonces, facilitémosles un poco las cosas, y no con esto me refiero a que el niño únicamente deba recibir halagos, pero tampoco debemos etiquetarlos y reírnos de sus errores. Claramente, no es lo mismo decirles "no sirves para nada" a decirles  "tranquilo esta vez salio mal pero lo seguiremos intentando". 


Un ejemplo y es lo que me pasa comúnmente con mi hija, es que se toma su tiempo para caminar, y yo no siempre estoy de humor pero me toca respirar, nuestras caminatas suelen ser muy largas para su edad, y aunque quisiera decirle "Galilea, eres demasiado lenta, acaso no puedes caminar igual de rápido que tus compañeros de clases", me concentro en mirar tiendas, preguntarle que tal estuvo su día, comprar snacks para el camino, entre otras. 


Les comparto un fragmento que me encanta de un articulo de Laura Guttman llamado "Averiguar qué nos sucedió cuando fuimos niños".


Sólo una vez que hayamos recorrido, en ocasiones con dolor, la realidad vivida desde el niño que hemos sido, quizás seamos capaces de aceptar a nuestros hijos tal como son, con sus recursos, sus particularidades, su sensibilidad, sus percepciones y sus ángeles. Si maduramos comprendiendo que ya no importa si alguien nos ama sino que pondremos nuestros recursos al servicio del amor al otro y sobre todo del amor incondicional al niño, todos se van a beneficiar.